Crueldad en el dia de los difuntos.

El primero de Nobiembre en España se celebra el Dia de todos los Santos o Dia de los Difuntos. No es que crea mucho en estas cosas asi que digamos que se trata de un dia festivo sin más. Cada vez que llega un festivo o puente cualquiera, lo primero que valoro es en que me beneficia esta fiesta. En este caso surgían 2 posibles via de beneficio. Por un lado la posibilidad de salir a divertirme el día anterior y la gozada de no tener clase.
Miro, es un miercoles y yo a mirar el horario "Vaya, ya es mala suerte no tengo ni una hora en la universdad, asi que solo tengo la academia" Cuan lejos esta ba yo de imaginar que el lunes Antonio, el profesor de la academia diria "Por cierto acordaros que el miercoles tenemos clase" y yo pensando no puede ser, es imposible pero no asi que por un lado no pude salir y por el otro tenia clase un día en el que nadie tenía. Estareis pensando pero si lo tiene academia puede salir igual, creo que ha llegado la hora de que sepais de que yo entro a la academia a las ocho y media. En definitiva un dia en el que nadie tiene clase y poca gente trabaja yo tenia que levantarme a las siete y media, ocho menos cuarto.

La imagen de la calle esa mañana era desoladora ni un alma ni un coche y en la una calle un frio nuevo, muy nuevo si tenemos en centa que la semana habia comenzado con coletazos de un verano que ya es parte de la historia. Era asqueante ver como podias pasar por la calzada una calle habitualmente tan concurrida como es el Camino de las Torres en Zaragoza que se encontraba practicamente vacia y completamente ausente de coches; por si no habia sido suficiciente las burlas de amigos compañeros y conocidos que a lo largo de los dias precendentes habian ido descubriendo el sino que me aguardaba el miercoles.
Pero lo más curel estaba por llegar y si sois de esos que disfutan anticipandose al escritor a medida que va avanzado la lectura no, no habeis acertado si habeis supuesto que se produjo una hora y media aburridisma y tediosa en realidad fue una clase todo lo amena que cabe desear. La crueldad extrema tuvo lugar antes de entrar cuando descubí que en el local anexo a mi academia se haya una tienda de colchones que además permite probar los colchones y te despiertan si te duermes, con el sueño que llega uno se puede decir que en mi caso la tentación vieve al lado.

Por lo mensos puedo intentar salvar parte de mi reputación diciendo que quede con un amigo al salir de clase y logre amortizar una mínima parte del madrugón. Aunque no deberia quejarme tanto pues mi padre trabajó ese día y muchos otros dias que son festivos.
Asi pues quiero convertir esto en un homenaje a todos los trabajadores del Corte Ingles y todos los trabajadores en general que lo hacen cuando todo el mundo tiene fiesta.

Saludos y PAZ.