lunes, junio 4

Mi nombre es LeBron.


El otro día vimos un hito en la historia del Baloncesto y ni siquiera las dudas despertadas defensa de Detroit puede eclipsar el espectáculo, que el mejor físico para un exterior ha visto la NBA, nos ha dado en los PO.
Los exámenes han pospuesto tanto la publicación de esta entrada que el "Elegido" ya ha sido eliminado por la maquina de ganar anillos que son los Spurs de mi querido Nachito.
Y aunque sus números han sido muy buenos sin llegar a ser históricos, salvo tal vez 48 puntos que metió en el quinto partido de la serie contra Detroit. Pero más que unos números, mucho más que correctos este hombre nos deja sensaciones.
La sensación de que Detroit se dedico toda una serie a perseguir a un solo hombre a toda costa como no habían hecho desde que los Bad Boys se interpusieron (ya nunca más lo haría nadie) en el camino de los Bulls de los 90 (estaban llamados a ser uno de los mejores equipos de todos los tiempos) liderados por un Michael Jordan que fue perseguido por los Thomas Lambier y Dumars durante toda la serie.
Pero a diferencia de JORDAN, James quizás ciertamente mejor acompañado ha superado esa defensa, además sin eludir la responsabilidad, anotando, y fallando algo como es normal, en los momentos importantes. Quizás esto nos choca aun más con la decepción que es el por muchos de nosotros idolatrado, T´Mac empezado a ser considerado como el mejor jugador de todos los tiempos que no supera la 1º ronda de PO.
No obstante las comparaciones son ociosas, y no es este el objeto de tan retrasada entrada, Lebron para todos los que vimos el partido en directo o diferido nos dejo un mensaje claro. Toda la publicidad con la que vino no era el humo que muchos, yo el primero temíamos, es un jugador llamado, lo consiga o no, a marcar un hito en este deporte.
Y cuando se elevo por encima de Prince y sus compañeros para anotar esa bandeja no cupo duda, Es el ELEGIDO